El Ayuntamiento permitió la instalación de un colegio religioso a cambio de inversiones que no se han concretado,
según CCOO
PARLA/ En julio de 2014, hace dos años y medio, la polémica en torno al colegio concertado religioso Juan Pablo II se saldó con un acuerdo entre el Ayuntamiento, entonces en manos del PSOE con José María Fraile, y la Consejería de Educación, entonces con Lucía Figar a la cabeza. A cambio de que el consistorio dejase de poner trabas al nuevo colegio, Educación se comprometía a concluir varios centros, construir un nuevo colegio público e invertir un millón de euros.
Sin embargo desde entonces, según el sindicato Comisiones Obreras, no se han producido inversiones tangibles en la ciudad. No ha habido mejora o rehabilitación de centros y poco se sabe de la comisión técnica que debía evaluar el estado de la Educación en la ciudad.