El Daesh lanza una campaña para animar a los yihadistas europeos a seguir el ejemplo de la matanza de Madrid. El radical detenido en Aranjuez era un devoto de los terroristas de los trenes de cercanías y, en particular, de los suicidas de Leganés
Alerta doble entre los servicios antiterroristas porque el Estado Islámico ha lanzado una campaña en redes sociales y canales afines para animar a los yihadistas europeos a perpetrar un atentado siguiendo como modelo el de 11 de marzo de 2004 en Madrid. Esta última llamada del Daesh y otras anteriores, explican los expertos, ha tenido ya cierto eco entre 'lobos solitarios' autoradicalizados como el yihadista arrestado hoy en la localidad madrileña de Aranjuez, quien idolatraba a los autores de la mayor matanza terrorista de la historia de Europa que se suicidaron en el piso de Leganés.
Según la documentación en poder los servicios de información de la Policía Nacional, el pasado octubre el Estado Islámico promovió una campaña para 'despertar' a los yihadistas europeos autoradicalizados (ya sean lobos solitarios o pequeños grupos), fundamentalmente a través de internet, para perpetrar atentados autosuficientes, sin ayuda de las redes del Califato, cada vez más debilitado militarmente en Siria e Irak.
Los servicios antiterroristas están especialmente sorprendidos de que el Daesh esté usando como referencia los ataques de Madrid que fueron cometidos por radicales cercanos a Al Qaeda, rival histórica del Estado Islámico. Por eso también ha sorprendido que el yihadista arrestado en Aranjuez, y que había jurado fidelidad al Califato, fuera un 'fan' de los terroristas del 11-M. Según fuentes de la investigación, se trata del marroquí Zoubair Ajanan, y tenía como auténticos ídolos a cuatro de los terroristas de los ataques de los trenes que se suicidaron en el piso de Leganés. En las redes hacía proselitismo de los asesinos de Madrid y mostraba su disposición a morir como mártir en una acción similar.
El Ministerio del Interior destacó la peligrosidad de Ajana, al que calificó de «peligroso actor solitario que se autoadiestraba en internet para cometer atentados terroristas contra la población». Según la Guardia Civil, su «incesante actividad en la red», su escaso círculo social, su promesa al Daesh de llevar la yihad a occidente y su absoluta falta de miedo a ser detenido le había convertido en una bomba de relojería.