Todos los ganadores de esta edición tienen entre 5 y 9 años y, además del pájaro rosa de Amina, han representado peluches de lo más particulares desde diversos países: un león (Turquía), un caballo punk rosa (Indonesia), un caballo-dinosaurio (Hong Kong), un pájaro doble (República Checa), un sol (Canadá), un monstruo rojo (Tailandia), un perro azul con lunares (Finlandia), un pájaro amarillo (Egipto) y una rana-cerdo-mono verde (Francia).
"El concurso brinda a los niños la oportunidad de ser creativos y de dibujar el peluche de sus sueños. Esto estimula su fantasía y es lo que se ve en los dibujos", comenta Bodil Fritjofsson, técnico de desarrollo de producto de IKEA y los Niños, sobre los dibujos finalistas. Sobre el dibujo de Amina ha destacado que sea un pájaro con actitud de "ir hacia adelante, curioso, sorprendido, con los ojos muy abiertos y las mejillas rojas".
Para la selección se ha valorado que fueran algo nunca visto, nacidos de su imaginación y con un estilo especial. "La creatividad es universal y parece que a los niños de todas las naciones les inspiran las mismas cosas: dinosaurios, pájaros y monstruos, con una fuerte personalidad, ojos que parpadean, pies que van en distinta dirección y maravillosas características combinadas. Realmente dibujan sin copiar nada, desde su propia imaginación", ha apuntado Fritjofsson.
