La Policía Nacional atribuye a este grupo criminal varios delitos de estafa por el método del “carding”, uso fraudulento de tarjetas de crédito. Compraban datos bancarios a hackers que los vendían en internet, y después los utilizaban para adquirir productos diversos como ordenadores, móviles, ropa e incluso alimentos infantiles.
Según una portavoz policial, el destino de todas las compras era Parla. Allí en tiendas de alimentación o peluquerías se trataba de dar salida a la mercancía comprada con tarjetas de crédito de terceros.
Los agentes han intervenido una buena muestra de los productos comprado de forma fraudulenta. En la operación han colaborado las comisarías de Parla, Málaga, Policía Judicial y la Jefatura Superior de Policía de Madrid.